Por Marina Colombo
En este instante siento que mi corazón está a punto de estallar de amor. El tour «Un viaje sin distancia», con el que Jesús me está llevando a recorrer Sudamérica ha sido un viaje de sanación, perdón, amor y numerosos milagros, que hoy siento compartir contigo con la intención de reforzarlos en mi mente.
En cada parada de esta aventura, he podido sentir cómo Jesús ha estado orquestando todas las situaciones para llevarme a reconocer el amor de Dios que se encuentra en mi interior. Y esta ha sido precisamente la experiencia que tuve en Chile.
Parece que he ido a un país, que durante 10 días me estuve moviendo entre diferentes ciudades, que me hospedé en diferentes casas y que participé en charlas y encuentros. Sin embargo, tengo la certeza de que el verdadero viaje ocurrió en mi mente.
En mi corazón, hay un deseo profundo de enseñar amor desde un lugar auténtico, y siento que durante los días que pasé en Chile, Jesús usó cada situación para mostrarme obstáculos que necesitaban ser liberados y que no me permitían experimentar todo el Amor que Él me ofrece. ¡Este fue un viaje en el que pude comprobar que el perdón es la llave de la felicidad!
∼♥∼
Este viaje inició con una oración:
∼♥∼
«Quiero abrirme a aceptar todo tu Amor. Quiero permitirme ser llevada como una hojita al viento. Quiero que me muestres que estoy siendo completamente amada, guiada, sostenida y protegida por tu Amor».
∼♥∼
Mientras estaba en el avión que me llevó desde Bogotá, Colombia, a Santiago de Chile, me conecté profundamente con esta oración. Y tengo la certeza de que el viaje fue una respuesta a ese deseo.
En los primeros días, desde el momento en que llegué al aeropuerto, sentí que todo era maravilloso y milagroso. Sentía que estaba flotando, como si estuviera en un sueño. Recuerdo que experimenté mucho amor cuando me encontré con Karin y Susi, quienes viajaron desde Viña del Mar para recogerme.
Nos abrazamos con un amor inmenso, y me contaron que en el camino al aeropuerto habían seguido todo el tiempo a un camión que tenía un cartel gigante con la imagen de Jesús. Sentían que de esa manera Él les estaba diciendo que estaba con ellos en cada parte del camino.
Los símbolos de su Amor también me acompañaron durante todo el viaje. Al día siguiente, por la mañana vimos un cartel que decía:
Y justo esa tarde visitamos el templo de Bahá’í, un espacio hermoso en el que los practicantes de todas las religiones o caminos espirituales son bienvenidos. Es un lugar ideal para orar. Allí sentí un silencio muy intenso que me conectó con la profundidad de mi oración y el amor dentro de mi corazón.
Me pregunté: «¿Cómo puede ser posible sentir tanto amor?» y le dije a Jesús: «Gracias, gracias por llevarme en tu amor. Me siento muy amada. Gracias por este silencio».
∼♥∼
Al día siguiente, visitamos el Cerro San Cristóbal, donde se encuentra una estatua muy grande de la madre María, quien ha estado muy presente durante todo el tour. Mientras estábamos allí, una de mis compañeras poderosas en este viaje me compartió un milagro que acababa de experimentar.
Me contó que la noche anterior se había sentido dividida. No estaba segura sí podría venir con nosotros, ya que, aunque deseaba acompañarnos, también se sentía en la obligación de estar con un familiar que estaba atravesando una situación de aparente enfermedad. Fue un momento en el que experimentó mucha tensión y decidió ir a la oración. Se dijo a sí misma: «Esto no tiene por qué ser así, yo siento estar con Marina, siento estar alineada en el propósito del Espíritu Santo».
Apenas ella puso el propósito enfrente, la situación y los testigos se transformaron. Otro familiar la llamó y le dijo que le habían dado información equivocada y que ya no era necesario que se encargara de nada. Ahora era libre para seguir el llamado de su corazón.
Estábamos sentados a los pies de María y mientras mi compañera poderosa compartía sus milagros, pude ver cómo Jesús estaba usando esta situación para enseñarnos una poderosa lección:
∼♥∼
«Tienes el poder de decidir hacia dónde direccionar tu mente. Cuando eliges la Verdad por encima de todas las cosas, no habrá nada de lo que el Espíritu Santo no se haga cargo por ti. Él irá delante de ti sin dejar ningún escombro en el camino. Despejará todos los obstáculos. No tienes que preocuparte de nada, sino más bien desentenderte de todo, excepto del único propósito que deseas cumplir».
∼♥∼
∼♥∼
Ese mismo día viajé con Karin y Susi a Viña del Mar, donde teníamos programados varios encuentros. Hicimos el viaje en auto y las dos horas que pasamos en la carretera se sintieron como un retiro. Tuvimos una conversación muy profunda en la que abrimos nuestros corazones y el Espíritu Santo se sintió muy presente.
Fue hermoso darnos cuenta de que todos estábamos unidos en el propósito de extender amor. Además, pude ver cómo en estas y otras situaciones Jesús estuvo a cargo del tiempo. No era lineal; a veces sentía que se colapsaba y en otras que se extendía, todo para acomodarse a la enseñanza del momento presente. El tiempo se adaptó al milagro.
∼♥∼
Al día siguiente, tuvimos una reunión con compañeras que practican Un curso de milagros. Al principio, me sentí elevada, como si estuviera flotando en Su Amor. No es fácil describir lo que experimenté, pero sentí que simplemente presenciaba la situación y que las palabras salían de mí de forma involuntaria.
Sin embargo, en algún punto mientras hablaba, mi corazón se contrajo. Algo se estaba elevando para que pudiera verlo y liberarlo. Y así inició un proceso muy profundo de perdón. El contraste fue muy fuerte. No podía entender lo que había pasado; quería volver a sentirme alineada con el Espíritu.
Al finalizar la noche una compañera sacó una carta de un oráculo de Un curso de milagros -que durante este viaje fue muy útil-, y el mensaje me ayudó a identificar que estaba sintiendo culpa, aunque no entendía por qué.
Cerré los ojos, fui hacía adentro, oré, le pedí a Jesús: «ayúdame a ver lo que necesita ser perdonado» y con esa oración me fui a dormir esa noche.
∼♥∼
A la mañana siguiente fuimos al evento «Tertulias con Jesús», un encuentro profundo y hermoso en un café frente al mar, donde recibí otra carta con un mensaje de Un curso de milagros:
∼♥∼
«El viaje a Dios es simplemente el redespertar del conocimiento de dónde estás siempre y de lo que eres eternamente. Es un viaje sin distancia hacia una meta que nunca ha cambiado».
∼♥∼
Con ese mensaje, sentí que Jesús me estaba recordando que el verdadero viaje estaba ocurriendo en mi mente y que me mostraría aspectos de ella que necesitaban ser sanados.
Luego hicimos una meditación para conectarnos con nuestras emociones, y allí le pedimos al Espíritu que nos ayudara a hacer obvio aquello que estuviera listo para ser visto y liberado. Parecía que yo estaba dirigiendo la sesión, pero sentí que todo era también para mi mente y mi corazón.
Al terminar la sesión fuimos a almorzar a la casa de mi anfitriona y sentimos que podría ser útil recibir un nuevo mensaje del oráculo de Un curso de milagros. La carta que saqué claramente me indicaba que había una creencia que necesitaba perdonar:
∼♥∼
«El más santo de todos los lugares de la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente».
∼♥∼
En ese instante, oré: «Por eso estoy aquí Jesús. Estoy aquí para perdonar. Muéstrame qué es lo que tengo que perdonar». Mientras estaba en mi oración, una de mis compañeras poderosas dijo algo que se sintió como una respuesta: «Todos somos reflejos».
Apenas dijo esto, la miré y me di cuenta de que mi compañera me recordaba a otra mujer que ha estado presente en mi vida. Noté similitudes en su apariencia, su personalidad e incluso en la forma en la que se relacionaba con su pareja. En un segundo, todo hizo clic y me puse en contacto con pensamientos de juicio ¡Jesús me estaba mostrando qué era lo que tenía que perdonar!
Compartí esos pensamientos con mis compañeros con la intención de exponerlos y permitir la corrección del Espíritu. Les conté que nunca había entendido porqué esta mujer estaba con su pareja. Yo creía que estaba con él por miedo a estar sola o por comodidad.
Luego, mi compañera, quien estaba siendo usada por Jesús para mostrarme el contenido de mi mente, me dijo que ella estaba con su esposo por amor, que ella había elegido estar con él porque lo amaba.
Ahí pude ver que era el Espíritu quien estaba corrigiendo mi mente. Me decía: «Ella (la mujer que ha estado presente en mi vida) está donde está por amor y yo la estoy guiando. Ella no está separada de ti».
Con esta comprensión, encontré una profunda aceptación en mi corazón, reconociendo que todo es una decisión desde y por el amor. Entendí que todo es exactamente como tiene que ser y que el amor lo está moviendo todo.
Más que palabras, pude sentir qué algo había sanado. Experimenté un instante que se sintió cuántico… místico. Realmente estaba viviendo un viaje sin distancia hacia el corazón del Amor.
Pero, aunque sentí una gran liberación, también pude sentir que la lección aún no había finalizado. Había algo más que necesitaba ver en relación con esa situación.
∼♥∼
En los días siguientes, esa sensación persistió, como si faltara una pieza en el rompecabezas. En un momento me di cuenta de que esa pieza estaba relacionada con el esposo de la mujer.
Mientras estábamos en el auto que nos llevó de regreso a Santiago de Chile, le pedí a Jesús que me mostrará qué era lo que necesitaba liberar, y a mi mente llegó la palabra «infidelidad». ¡Esa era la creencia que debía de liberar! Y justo en ese instante apareció frente a nosotros un autobús que llevaba un mensaje: Dios es fiel.
El mensaje fue impactante, pero me di cuenta de que aún no había logrado aceptarlo completamente. Sentí que para liberarme de esta creencia, necesitaba exponer la situación tal como la había percibido, así que decidí compartir todos los pensamientos al respecto con mis compañeros poderosos que estaban conmigo en el auto ese día.
Básicamente, expuse que en el pasado había percibido una situación que interpreté como una infidelidad por parte del esposo y que ya no deseaba sostener esta interpretación del ego. Me abrí a cuestionar la creencia, a dejar ir lo que creía que hubiese sido el mejor resultado esperado y oré por paz y una nueva percepción.
La nueva interpretación llegó de inmediato. Desde lo profundo de mi corazón, pude sentir que todo es amor o una petición de amor. Reconocí que cada uno hace lo mejor que puede en el nivel en que se encuentra, que me es imposible poder juzgar la situación correctamente por mi cuenta y que mi única responsabilidad es dar amor en el presente: amar a mi amiga, amar a su esposo, amar a todos mis hermanos tal como Dios nos ama.
¡Esa era la visión del Espíritu Santo que estaba buscando! En ese instante, me sentí inundada de amor y pude ver que todo era para esto, para soltar el pasado y liberar a mi mente de las creencias que no me permiten recordar Quién Soy.
Pude ver que mis hermanos solo me están reflejando las creencias que tengo en mi mente. Me di cuenta de que había estado equivocada al percibirlos a través de las limitaciones de los roles que el ego asigna en este mundo, de los conceptos de lo que es bueno y lo que es malo. Jesús me está guiando hacia una profunda reflexión para soltar las ideas preconcebidas sobre cómo deberían darse las situaciones.
Además, reconocí en ese Amor la respuesta a la oración que hice antes de empezar este viaje sin distancia:
∼♥∼
«¿Quién Soy? Por favor, usa este viaje, usa cada situación para mostrarme Quién Soy de Verdad».
∼♥∼
Siento que esta experiencia de perdón, que se sintió como una gran limpieza de mi mente, me mostró que para poder saber quién soy, tengo que liberar absolutamente todas las creencias que tengo acerca de quién creo ser. Tengo que perdonarlo todo.
Y no se trata de perdonar personas, se trata de dejar ir las creencias, porque cuando las creencias se liberan, la historia se disuelve, los resentimientos desaparecen y lo único que queda es amor en el corazón.
Hoy tengo la certeza de que Jesús reconfiguró el tiempo y el espacio para que yo pudiera aprender esta lección:
∼♥∼
Dios es fiel. Dios es amor. Enseña solamente amor, pues eso es lo que eres.
∼♥∼
Jesús me está mostrando que todo siempre es para mí mente, y que aunque en la forma parece que estoy viajando para enseñar a otros, todo está siendo orquestado para que una y otra vez vaya de regreso a mi mente, acepté la corrección que me ofrece el Espíritu Santo y me conecté con el amor que hay dentro de mi corazón.
∼♥∼
Y lo más hermoso es que en este viaje no fuí la única que pudo experimentar la liberación que viene de soltar las creencias que impiden experimentar la presencia del Amor.
A medida que iba profundizando en mi mente, en los diferentes encuentros en los que participé, fuí testigo de poderosas liberaciones que se presentaron con los asistentes mientras nos sumergimos más y más en el perdón y la sanación.
El primero se dio en una de las «Tertulias con Jesús» que tuvimos en Viña del Mar. Allí hicimos un ejercicio con la herramienta Perdón AI, diseñada con el propósito de ayudarnos a experimentar la paz presente utilizando el proceso de Niveles de la mente.
En algún momento pregunté si alguien sentía que estaba listo para liberar algo y una mujer dijo que sí. Hicimos el ejercicio mientras todos estábamos unidos en oración. Ella se pudo poner en contacto con un sentimiento de culpa ligado a una situación particular, y al final, sintió que se había liberado de una profunda carga que tenía en su corazón y todos pudimos sentir esa liberación.
Al día siguiente, me uní con una compañera, quien se sentía peleada con Dios. Ella sintió el deseo de liberar una carga en su corazón y se abrió para que juntas hiciéramos el ejercicio de Niveles de la mente. Durante el proceso, logró ponerse en contacto con la creencia de que no era merecedora del amor y finalmente pudo sentir que un gran peso en su corazón también desapareció.
Mientras en su rostro caían lágrimas de felicidad, yo sólo podía sentir un profundo agradecimiento y la certeza de que con su amor Jesús está sanando cada corazón. Su Amor está sanando absolutamente a todos.
En otro encuentro, Su Amor también sanó a una mujer que se sentía angustiada porque no estaba recibiendo grandes ingresos luego de tomar la decisión de renunciar a un trabajo estable para dedicarse a hacer terapias. Sentía miedo al futuro y preocupación de que le falte dinero.
Cuando hicimos el ejercicio se contactó con la creencia de que no era lo suficientemente buena y la dejó ir. Todos pudimos sentir la liberación y expresó qué se estaba sintiendo muy amada, como si hubiese dejado atrás la causa de todas sus preocupaciones. Nos dijo que sentía que ésa iba a ser la primera noche en la que iba a poder dormir bien después de mucho tiempo.
Antes de terminar la sesión sacó una carta del oráculo de Un curso de milagros y recibió este mensaje:
∼♥∼
«Nada que emprendas con un propósito firme,
con absoluta determinación y lleno de una feliz confianza,
llevando a tu hermano de la mano y en armonía
con el himno del Cielo, es difícil de lograr».
∼♥∼
Allí estaba Jesús haciéndonos saber que está acompañándonos en este camino hacía el Amor.
Las últimas liberaciones las experimentamos en el último encuentro que tuvimos en Chile. Allí un hombre se puso en contacto con la creencia en la injusticia y otra mujer, procedente de otro país, se contactó con la creencia de ser una invasora.
Los dos abrieron su corazones y durante una meditación que hicimos en la sesión, se abrieron a cuestionar sus creencias y todos pudimos experimentar la paz y el amor que está disponible cuando decidimos aceptar la interpretación que el Espíritu Santo nos ofrece para cada situación.
Al día siguiente partió mi vuelo para Brasil y sentí que me fui de Chile con una gentil sonrisa de Jesús dentro mi corazón. Cada encuentro definitivamente ha sido una profunda oportunidad de perdón y extensión de la felicidad y el amor. ¡Gracias Jesús! ¡El perdón es realmente la llave de la felicidad!
∼♥∼
¡Bendiciones de amor!
Gracias Marina, también experimento el milagro, la liberación y sanación en el reconocimiento de que somos una sola mente en el corazón de Dios. Amén
Gracias Marina por contarnos tan bien todas las experiencias por Chile. Cuanta sanación!!!
Un abrazo. Que la Paz inunde nuestros corazones. 💖